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DANTE TIMES

Diana Sánchez

Un turinés y una torreonense

Actualizado: 30 jun 2022

Imaginen esta escena, es un sábado por la mañana, ustedes están muy tranquilos en casa y de repente alguien toca a su puerta, se acercan y preguntan: “¿quién es?” y una voz desconocida contesta: “Hola, vengo a ver la habitación que está en renta”. Abren la puerta, la dejan pasar y le dan detalles del lugar, sin siquiera imaginar que esa persona se convertirá en su compañera de vida. Parece el guión de una película romántica, ¿cierto? Sin embargo, no por eso deja de ser verdad. Ya que justo así comenzó la aventura de Fabrizio y Nilú, quienes muy amablemente nos comparten su experiencia como matrimonio bicultural y emprendedores.



¿Cuáles han sido los retos culturales más inesperados que han experimentado como matrimonio bicultural?Quali sono state le sfide culturali più inaspettate che avete sperimentato come matrimonio biculturale?


Nilú: mmm ¿cuánta agua se debe servir en los vasos? Jajaja, en serio… La cortesía italiana indica que sólo hay que servir líquido hasta la mitad de los vasos, en cambio en México, se acostumbra a llenarlos. Este detalle por mínimo que parezca fue origen de varios malentendidos, porque por una parte yo pensaba ¡qué codo!, ya de por sí usan unos mini vasitos y luego me sirve sólo la mitad ¡pues no! y, al contrario, a él le parecía de muy mala educación que yo llenara los vasos.

Fabrizio: Pues sí, porque no se puede beber con un vaso lleno, se te derrama, y no es lindo.

Nilú: Otro punto es, la diferencia entre discutir y pelear. Para los italianos es muy normal argumentar su punto de vista de cada tema, a veces muy apasionadamente, y para la mayor parte de los mexicanos esto puede percibirse como una pelea o discusión, pero en realidad no lo es.

Fabrizio: Exacto, la palabra discusión no tiene una connotación negativa, es neutral. Y al contrario de lo que pueda parecer, para nosotros resulta siempre positivo expresar nuestra opinión, sea que estemos de acuerdo o no con el otro.


 



¿Y alguno no tan inesperado?

Nilú: ¡Las fiestas!, porque para mí, hay que bailar en una fiesta y para él basta con comer y platicar… ¡qué aburrido! ¡No saben bailar!

Fabrizio: No, no es aburrido, también es posible divertirse comiendo y platicando. Además, yo no soy como la mayoría de los italianos, yo sí se bailar…


Originarios del norte de Italia y México respectivamente, esta pareja que compartiría departamento en Milán únicamente por tres meses, con el pasar del tiempo no sólo decidió casarse y formar una familia, sino también emprender uno de los proyectos más bonitos y eco sustentables en el pueblo de Todos Santos, México, un estudio de cocina a base de plantas y hotelito llamado “Desierto Azul Baja”.


¿Cómo nace la idea de este espacio?

Fabrizio: Siempre me ha gustado crear experiencias agradables para la gente, así que, al planearlo, quisimos que además de bello arquitectónicamente, respetara el entorno enfatizando su unicidad al conjugar el desierto y el mar en un mismo sitio. Y, el estudio de nutrición culinaria ayuda a anclar el concepto de salud integral, al ofrecer las bases del conocimiento teórico y práctico de un estilo de vida más sano y equilibrado partiendo de la alimentación. La idea es que nuestros huéspedes descubran o redescubran el placer de nutrirse en toda la extensión de la palabra, con alimentos 100% naturales y orgánicos.


Ustedes han radicado en Italia, Estados Unidos y México… ¿Por qué escogieron México para emprender?

Fabrizio: Porque en México aún existen estos lugares paradisiacos por descubrir, y aunque puede parecer más riesgoso en algunos aspectos, al final coincidimos que era el mejor lugar para cumplir este sueño compartido.


¿Qué idea nació primero, la del hotel o la del estudio de nutrición culinaria?

Nilú: En realidad, fue la del estudio de nutrición culinaria porque nuestra idea inicial era “enseñar a las personas a vivir una vida más sana y equilibrada”, y pues, el hotel llegó por añadidura. Ya que, al escoger un sitio como este para el estudio, pensamos que, si las personas vivían una experiencia integral, podría resultar un aprendizaje más significativo. Y aunque el primero en arrancar fue el hotel, acabamos de iniciar también con las degustaciones y los talleres de nutrición culinaria.


¿Cómo son estos talleres?

Nilú: Esencialmente, en un lapso de 3 horas aprendes las bases conceptuales de nutrición y la preparación de los menús elegidos. Y lo mejor es que están pensados para todo público, desde el chef o profesional de la cocina hasta las personas que jamás han cocinado.


Ubicado en Camino a las Playitas, las Tunas, Todos Santos, Baja California Sur, México. “Desierto Azul Baja”, conjuga la belleza y el encanto de un oasis en medio del desierto. El cual cautiva sea por su ubicación geográfica, la privacidad que ofrece el albergar un máximo de once personas, el uso de agua potable en todo el lugar (incluso en regaderas y lavabos), su magnífica piscina, así como por la atención personalizada de los propietarios: un turinés y una torreonense que enamoran con su concepto de vida saludable para todos.


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